
Carmen Balfagn y Ramón Chippirrás, los abogados defensores de Rodolfo Sancho, están ocupados preparándose para el juicio por la muerte de Edwin Arrieta. Según ellos, su cliente no premeditó el asesinato de su amigo. Están trabajando arduamente en la creación de una estrategia de defensa sólida, respaldada por informes y testimonios. En el centro de su argumento está la impugnación de la investigación inicial de la policía tailandesa.
Cuando se les preguntó acerca de sus expectativas para el juicio, Balfagn, que también es criminóloga, dijo: «Solo espero que el tribunal haga justicia en la causa contra Daniel Sancho. Confío plenamente en que el juez valore todas las evidencias que demuestran que la muerte de Edwin Arrieta fue accidental en el contexto de una pelea. No hubo premeditación».
Daniel Sancho llega al juicio con todas las garantías establecidas por la Corte de Koh Samui. Sin embargo, los abogados han presentado denuncias de irregularidades en la investigación policial. Por ejemplo, afirman que Sancho fue engañado con una orden de deportación no firmada por la autoridad competente. Este hecho, según ellos, fue un intento de persuadir a Sancho para que colaborara con la policía.
Los abogados insisten en que este engaño es ilegal ya que la orden no estaba firmada por el Ministro del Interior y que fue fabricada específicamente para este caso. Cuando se les preguntó si este hecho podría beneficiar a Sancho en el juicio, respondieron que «dependerá de lo que el juez considere».
En declaraciones recientes, Daniel Sancho expresó su confianza en una posible absolución. Cuando se les preguntó si veían esto como una posibilidad, los abogados respondieron: «En base a las distintas hipótesis planteadas, una de ellas es a la que se refiere Daniel de salir absuelto. Si contemplamos dicha hipótesis es porque tenemos razones que la avalan. En esta hipótesis es en la que venimos trabajando».
La estrategia de defensa de Daniel Sancho se basa en la verdad, enfatizan los abogados. «Espero que la verdad esté patente en todas las sesiones del juicio», dijo Balfagn.
Los abogados también destacaron la gravedad del engaño que sufrió Sancho en las primeras horas de su detención. «Todo el equipo jurídico que está trabajando en esta causa, cuando tuvimos conocimiento del engaño que sufrió Daniel en el momento de su detención, procedimos a ponerlo en conocimiento de la Corte, porque nos parecía un hecho gravísimo», dijo Balfagn.
Se ha criticado a Sancho, incluso se le llegó a considerar como el «enemigo público número uno», pero los abogados insisten en que «se han dicho muchas cosas en su contra por personas que no conocían en absoluto la instrucción de la causa».
Uno de los argumentos clave en la defensa es que Sancho compró utensilios de cocina porque planeaba cocinar en Tailandia, no porque premeditara un crimen. Balfagn y Chippirrás están seguros de que «no hubo premeditación. Compró las cosas para cocinar porque nadie premedita una acción tan grave como la que se le acusa, no ocultando su rostro y su cara cuando va al supermercado. Todos sabemos lo que compró en el Big Centre porque no disimuló nada su fisionomía, sabiendo que había cámaras que le estaban grabando. A la vista estaba la cámara situada frente a la caja de ese establecimiento».
Finalmente, cuando se les preguntó si estaban preparados para cualquier escenario, respondieron: «Estamos preparados para todos los escenarios menos para aquel que señale que Daniel premeditó el asesinato».