
El martes por la noche, las calles de Bilbao estaban llenas de emoción y alegría, cuando Iker Muniain, capitán del Athletic Club, y cientos de fans celebraron la victoria del equipo en la Copa del Rey. Según informes de El Correo y Efe, la celebración tuvo lugar en el estadio de La Cartuja y culminó con cuatro jugadores del Athletic Club siendo expedientados por implicarse en una concentración no autorizada.
El Athletic Club, uno de los equipos más populares de España, había conquistado la Copa del Rey, y la celebración fue, sin duda, algo que los jugadores y los fans habían estado esperando. Sin embargo, la fiesta acabó en expedientes para los jugadores por violar la Ley Orgánica de Protección de Seguridad Ciudadana, lo que podría llevar a sanciones administrativas para los implicados.
Parece que la celebración fue organizada de una manera bastante espontánea y natural, con la ‘txaranga’, un grupo de música local al que pertenece el jugador del Athletic Club Asier Villalibre, proporcionando la banda sonora de la noche. Como resultado, un gran número de aficionados se unieron a la fiesta para festejar el triunfo de su equipo.
Las redes sociales se llenaron de videos de la celebración, con Muniain llevando la voz cantante, alzado a hombros de un amigo, coreando: «Este es el famoso Athletic, Athletic Club, y estos son los campeones Aupa Athletic txapeldun».
Muniain también compartió su experiencia de la fiesta en sus propias redes sociales. El capitán del Athletic escribió: «Esta tarde hemos ido a calentar motores para la gabarra de modo espontáneo y ha sido increíble vivirlo con todos vosotros. Una gozada la respuesta de la gente, su cariño, su trato, su respeto y hasta su colaboración. Onenoak zarete (sois los mejores). Aupa Athletic».
El propio Athletic Club también compartió imágenes de la celebración en sus redes sociales. Destacaron la espontaneidad de la celebración y el deseo de los jugadores de «celebrarlo como uno más». En el video, aparece Muniain animando a los fans y explicando que, después de una final de «mucho sufrimiento» y «mucha presión» para todos, y el tiempo que había pasado desde el último título, los jugadores querían estar allí con los fanáticos.
La fiesta fue, sin duda, un evento emocionante y emocional para los jugadores y los fans del Athletic Club. Sin embargo, la concentración no autorizada y las posibles sanciones administrativas que podrían enfrentar los jugadores son un recordatorio de que, incluso en medio de las celebraciones, es crucial respetar las leyes y regulaciones existentes para garantizar la seguridad de todos.