
A pesar de la creciente conciencia sobre la seguridad de los dispositivos electrónicos, un estudio reciente en el Reino Unido revela que una de cada cinco personas aún cree que los microondas pueden causar cáncer, equiparándolos, en cierto modo, a un reactor nuclear. Este mito, aunque importante de desacreditar, desvía la atención de un aspecto crucial en el que pocas veces se enfoca: el impacto significativo en la salud que puede tener el recipiente que usamos para calentar los alimentos en el microondas.
El microondas, un electrodoméstico seguro
Para entender de dónde surge este mito, es esencial primero distinguir entre radiaciones ionizantes y no ionizantes. Las radiaciones ionizantes, como los rayos gamma o los rayos X, pueden causar daños, incluyendo la alteración del ADN celular. Este daño puede manifestarse de inmediato, como quemaduras, o a largo plazo, como el cáncer. Sin embargo, las radiaciones no ionizantes, que incluyen las producidas por teléfonos móviles, ordenadores y microondas, son de baja frecuencia y no dañan el ADN como las ionizantes.
En el caso de los microondas, las ondas quedan confinadas dentro del horno gracias a un sistema de bloqueo. Estas ondas microondas no salen al exterior, ni mucho menos impregnan la comida. En otras palabras, los alimentos cocinados en un horno de microondas no se vuelven «radiactivos», ni queda energía de microondas en la cavidad o en los alimentos después de apagarse. Es un punto que la Organización Mundial de la Salud respalda firmemente, afirmando que «cuando se usan de acuerdo con las instrucciones del fabricante, los hornos microondas son seguros y convenientes para calentar y cocinar una variedad de alimentos«.
¿Es suficiente con calentar utilizando plásticos libres de BPA?
El BPA es un compuesto químico empleado en la fabricación de plástico transparente y duro. Sin embargo, al calentarse, algunos de sus componentes pueden filtrarse en los alimentos y acabar en nuestro cuerpo. Una vez dentro, pueden actuar como disruptores endocrinos, alterando el funcionamiento de nuestras hormonas. Por tanto, es recomendable usar envases libres de BPA, aunque este no es el único material que puede causar problemas.
¿Cuál es el mejor envase para calentar?
La respuesta es sencilla: debemos buscar envases que presenten el pictograma del microondas, representado como un microondas esquemático o simplemente como ondas. Si un envase tiene este símbolo, podemos calentarlo sin problemas. Es importante tener en cuenta que muchos recipientes, especialmente los diseñados para niños con dibujos, tienen un símbolo de un tenedor y una copa, lo cual puede llevar a confusión. Este símbolo simplemente significa que el envase es apto para entrar en contacto con los alimentos, pero no necesariamente que es seguro para calentar comida en ellos.
¿Quién es quién para calentar en el micro?
- Cristal: Es el material más inerte para calentar, ya que transfiere la menor cantidad de partículas a los alimentos. Sin embargo, tiene la desventaja de ser más pesado y frágil.
- Silicona: Es un material excelente para los tuppers que calentamos repetidamente en el microondas. Puede soportar temperaturas más altas, aproximadamente 240ºC, aunque un recipiente que pueda soportar los 100ºC debería ser suficiente, ya que el microondas no suele sobrepasar esta temperatura.
- Plástico: Si optamos por plástico, no debemos olvidar utilizar aquellos que indiquen que son aptos para microondas (recordemos el pictograma). Una buena opción es el Tritán.
En resumen, aunque es importante desacreditar el mito de que los microondas causan cáncer, es igualmente crucial prestar atención a los recipientes que usamos para calentar nuestra comida en ellos. La elección del material correcto puede tener un impacto significativo en nuestra salud.