
Claudia Fernández Sánchez, la joven promesa del pádel femenino español, sigue demostrando su compromiso y su dedicación al deporte. A pesar de tener solo 18 años, Claudia se ha consolidado como una de las estrellas emergentes del pádel, ocupando actualmente el número 16 del ranking.
Su lugar de entrenamiento se encuentra en una pequeña ciudad al oeste de Madrid, conocida como Brunete. Aquí, en un centro deportivo ubicado junto a una autopista, Claudia pasa al menos una hora y media al día perfeccionando su juego en la pista. La instalación, aunque modesta a primera vista, cuenta con ocho pistas de pádel, una cafetería y un pabellón cubierto, que proporcionan el ambiente ideal para su entrenamiento diario.
El padre de Claudia, Vicente, añade que su hija también dedica otra hora y media al día al entrenamiento físico. La intensidad y la exigencia son máximas, con el sonido de los golpes de pádel resonando en todo el recinto.
Claudia forma un equipo con Gemma Triay, ex número uno del mundo, quien a sus 31 años aporta su experiencia y habilidades a la pareja. Desde que formaron equipo a finales de febrero, han sido la pareja de moda en el circuito.
Claudia comenzó a jugar al pádel a la temprana edad de ocho años, inspirada por sus padres que jugaban y se divertían con el deporte. A medida que fue jugando más y descubriendo su talento, decidió entrar en el circuito de menores.
La familia ha jugado un papel crucial en la carrera de Claudia. «Los padres son los que te apoyan, los que te ayudan, los que ponen el dinero y los que creen en ti. No sabes si vas a llegar o no, es muy difícil», admite Claudia. Su familia ha estado allí para apoyarla en cada paso, desde llevarla a los entrenamientos hasta creer en su potencial.
Claudia ha tenido un progreso impresionante en el último año, pero llegar a este punto no ha sido fácil. Ha tenido que equilibrar sus estudios con el deporte, y sus padres han tenido que llevarla a todos los lugares debido a que ella aún no tiene permiso de conducir. Sin embargo, su duro trabajo y dedicación han dado sus frutos.
La joven promesa del pádel femenino ha tenido que hacer sacrificios significativos para llegar a donde está hoy. Desde perderse cumpleaños hasta cambiar de escuela, Claudia ha tenido que renunciar a muchas cosas. Sin embargo, está convencida de que todos estos sacrificios han valido la pena.
Además del pádel, Claudia es también una ávida lectora y le gusta el ping-pong. También está estudiando para obtener su permiso de conducir y tiene una perra a la que extraña mucho cuando tiene que viajar.
Claudia y Gemma anunciaron su alianza para esta temporada el 15 de febrero y debutaron en su primer torneo, el Oredoo Qatar Major del Premier Padel de 2024, en Doha, el 4 de marzo. Contra todo pronóstico, lograron llegar a la final, un logro increíble para Claudia. Aunque no ganaron el título, Claudia expresa su felicidad por llegar tan lejos en el torneo.
En cuanto a su relación con Gemma, Claudia dice que jugar a su lado es muy fácil porque Gemma es muy exigente y es una número uno. Claudia se describe a sí misma como «paciente, con buena actitud y guerrera», y cree que estas cualidades pueden ser lo que la distingue de sus competidoras.
Su próximo objetivo es el torneo en Bruselas, donde ya se encuentra en los dieciseisavos de final. A pesar de un pequeño contratiempo en Puerto Cabello, Venezuela, donde no pudieron alcanzar la final debido a una intoxicación alimentaria, Claudia sigue soñando con ganar su primer torneo. «Mi primer objetivo es ganar una final. Por supuesto, me encantaría llegar a ser número uno, pero por ahora, mi objetivo es ganar un torneo», concluye Claudia.