
En el mundo moderno, cada vez más personas encuentran consuelo y compañía en sus animales de compañía. A menudo nos consideramos amantes incondicionales de nuestros animales, pero, ¿realmente les estamos brindando el amor y la atención que necesitan de la manera que ellos lo necesitan?
Clara Martín, comunicadora animal y terapeuta, ha ayudado a más de 5.000 animales y sus familias a mejorar sus vínculos y a sanar desequilibrios de una forma consciente y beneficiosa para ambas partes. Ella es la fundadora de Amanaturis y autora de ‘Aprende a hablar con animales’. Martín nos ofrece una visión sobre cómo amar correctamente a nuestros compañeros más fieles.
La tendencia creciente de tener mascotas en lugar de hijos es un tema que requiere una mayor atención. Martín cree que esto puede estar relacionado con la situación laboral y social actual. Los desafíos para encontrar un buen trabajo, tener una casa propia y mantener una estabilidad económica pueden haber llevado a las personas a buscar la compañía de los animales. Sin embargo, también hay quienes nunca han considerado tener hijos y ven a sus animales como miembros clave de su familia.
La conexión emocional con los animales puede ser especialmente atractiva en un mundo urbano donde las personas a menudo se sienten aisladas y desconectadas emocionalmente. Los animales nos acompañan incondicionalmente en nuestra vida diaria, lo que nos permite sentirnos más conectados con nuestras emociones.
Nuestros animales de compañía no nos juzgan por nuestros errores ni por nuestros aspectos físicos o riqueza material. En lugar de eso, nos ven por lo que somos en esencia y nos aman de todos modos. Sin embargo, Martín plantea una pregunta importante: ¿somos nosotros incondicionales con nuestros animales o nuestro amor por ellos depende de su comportamiento o de si cumplen nuestras expectativas?
El contacto con la naturaleza y su autenticidad es algo que muchos anhelamos en medio de un mundo lleno de artificio. Somos animales y la desconexión de la naturaleza puede llevar a graves problemas de salud, tanto mentales como físicos. Martín sostiene que estar conectados con nuestras emociones y con la naturaleza es esencial para nuestro bienestar.
La relación entre humanos y animales ha evolucionado hasta el punto de que ya no hablamos de mascotas, sino de un miembro más de la familia. Sin embargo, esto no significa que los veamos como humanos. Aunque es maravilloso que puedan disfrutar de los beneficios de vivir con humanos, también es importante permitirles ser animales y cubrir sus necesidades básicas según su especie.
La comunicación con nuestros animales es crucial para establecer un vínculo fuerte. Martín enfatiza que un vínculo fuerte implica que ambas partes sean escuchadas y respetadas de la misma manera. Aunque nosotros podamos sentirnos muy unidos a nuestros animales, también es importante que ellos se sientan escuchados y que se respeten sus necesidades y su individualidad.
Los problemas más comunes en la relación entre humanos y animales suelen ser la falta de comprensión de los animales como especie y como individuos. Las expectativas erróneas y la necesidad de que los animales cubran nuestras carencias emocionales pueden afectar negativamente la relación. Martín insiste en que convivir con animales debería entenderse como la convivencia con un compañero con necesidades y un lenguaje diferente al nuestro, pero con emociones como nosotros.
Los animales no deben ser usados para suplir la falta de contacto con otras personas. Aunque pueden ser un gran apoyo emocional, no tienen la obligación de cubrir todas nuestras carencias afectivas y necesidades sociales. Martín cree que esta es una carga demasiado grande para ellos y que los humanos también necesitamos vincularnos con nuestra propia especie.
En última instancia, es crucial recordar que los animales son seres vivos con necesidades y emociones propias. Si bien pueden brindarnos un amor incondicional, también es nuestra responsabilidad brindarles un amor y un cuidado apropiados que respete su naturaleza y sus necesidades individuales.