
El chef español José Andrés, fundador de la ONG World Central Kitchen (WCK), ha acusado al Ejército israelí de un ataque directo contra un convoy de su organización que resultó en la muerte de siete voluntarios en la Franja de Gaza. Andrés ha declarado que este ataque no fue un «desafortunado error» en la niebla de la guerra, sino un ataque premeditado contra vehículos claramente señalizados y cuyos movimientos eran conocidos por el Ejército israelí.
El incidente ocurrió el pasado lunes en la zona de Dir el Balah en el centro de la Franja de Gaza. Según Andrés, en el momento del ataque aéreo, su equipo estaba ocupado en un envío de ayuda humanitaria financiada por los Emiratos Árabes Unidos, con apoyo de Chipre y aprobación del Ejército israelí. «La razón por la que los miembros de nuestro equipo arriesgaron sus vidas era precisamente porque este envío era tan extraordinario y desesperadamente necesario», dijo el chef español.
En un artículo publicado en el diario israelí Yediot Ajaronot, José Andrés respondió a las declaraciones del primer ministro Benjamin Netanyahu y del presidente Isaac Herzog, quien expresó su «profundo pesar y sinceras disculpas» por la pérdida de vidas del personal de WCK. Netanyahu había calificado el incidente como un «caso trágico» en el que las fuerzas israelíes «atacaron involuntariamente a personas inocentes». Andrés rechazó tal declaración, argumentando que estos errores no son simplemente incidentes casuales en una guerra.
Andrés también acusó al Gobierno israelí de reducir la ayuda humanitaria a niveles desesperados. Según él, el ataque fue un «resultado directo» de esta política. Recordó que WCK también ha preparado comida para los israelíes evacuados del norte, debido a los cohetes de la milicia libanesa Hizbul, y del sur, tras el ataque de Hamas del pasado 7 de octubre que desató la masiva ofensiva de Israel en la Franja de Gaza.
Al mismo tiempo, Andrés acogió como una buena noticia la decisión del Ejército y el Gobierno de Israel de investigar cómo y por qué murieron los voluntarios de WCK en el ataque. Sin embargo, exigió que la investigación comience «desde arriba y no solo desde abajo».
En un apasionado llamado al Gobierno israelí, José Andrés afirmó: «Israel es mejor que la forma en que se libra esta guerra. Es mejor que evitar el suministro de alimentos y medicinas. Es mejor que matar a trabajadores humanitarios que coordinaron sus movimientos con el Ejército israelí». En consecuencia, instó al Gobierno a abrir de inmediato los pasos terrestres para la entrada de alimentos y medicamentos, cesar de inmediato la matanza de civiles y trabajadores humanitarios, e iniciar de inmediato el camino hacia la paz.
Estas declaraciones de José Andrés muestran el alto precio que la guerra está cobrando a las personas más vulnerables y a quienes intentan ayudarlas. También subrayan la necesidad crítica de transparencia y rendición de cuentas en los conflictos armados, particularmente cuando las acciones militares tienen un impacto directo en la vida y la seguridad de los trabajadores humanitarios.