
El domingo pasado, el país de Australia se despertó teñido de luto tras una horrenda serie de muertes ocurridas en un centro comercial de Sydney. En un relato escalofriante, un hombre identificado como Joel Cauchi, de 40 años, apuñaló a varias personas, dejando un saldo de seis muertos y una nación en shock.
El incidente ocurrió en el popular centro comercial Westfield Bondi Junction el sábado anterior. Según el informe policial, Cauchi ingresó al recinto a las 15:10 hora local (5:10 GMT), salió brevemente y regresó unos diez minutos después, iniciando un ataque con cuchillo que dejó a doce personas heridas y seis muertas.
Entre las víctimas mortales se encontraban cuatro mujeres y un hombre, quienes perdieron la vida en los primeros instantes del ataque. Otra mujer, que fue apuñalada, logró sobrevivir inicialmente y fue trasladada a un hospital, donde finalmente falleció horas después.
El horror del incidente se vio agravado por el hecho de que Cauchi aparentemente tenía una especial fijación con las mujeres, ya que cinco de sus seis víctimas mortales eran del sexo femenino. Sin embargo, la policía se ha abstenido de proporcionar detalles adicionales al respecto en este momento.
Entre las víctimas se encontraba Ashlee Good, una madre de 38 años que, a pesar de sufrir heridas mortales, demostró un acto heroico de amor maternal. Good, consciente de que no sobreviviría a sus heridas, logró poner a salvo a su bebé de nueve meses, entregándolo a un extraño antes de sucumbir a sus lesiones. La valerosa madre fue descrita por sus jefes en la clínica de masajes terapéuticos Muscle Medicine como una «bella persona«.
El bebé de Good, aunque también alcanzado por el filo del cuchillo, se recupera satisfactoriamente en el Children’s Hospital de la ciudad australiana tras haber sido operada. En un comunicado emitido por los familiares de la pequeña, expresaron su dolor por la pérdida de Ashlee, describiéndola como una «hermosa madre, hija, hermana, pareja, amiga y excepcional ser humano«.
Otras víctimas identificadas incluyen a Dawn Singleton, una mujer de 25 años e hija del millonario empresario australiano John Singleton; Faraz Tahir, un hombre paquistaní que trabajaba como guardia de seguridad; Jade Young, una mujer de 47 años; y Pikri Darchia, una diseñadora de 55 años.
El terror finalmente terminó cuando una inspectora de policía llegó al lugar y se enfrentó a Cauchi, quien la amenazó con el cuchillo. En respuesta, la agente disparó su arma contra él, resultando en su muerte. De manera notable, la oficial de policía realizó maniobras de reanimación en el sospechoso mientras esperaba al personal sanitario, pero no pudo evitar su muerte.
Este incidente ha marcado un día trágico en la historia de Australia, dejando una huella de dolor y pérdida en la población. Mientras la nación llora a las víctimas de este ataque infame, la valentía y el sacrificio de Ashlee Good en sus momentos finales permanecen como un recordatorio conmovedor del amor maternal y la humanidad en medio de la atrocidad.