
El presidente de la Generalitat, Pere Aragons, ha defendido con fuerza su deseo de que los catalanes realicen un referéndum sobre la independencia de Cataluña ante la Comisión General de las CCAA del Senado. Aragons argumentó que tal referéndum es «legal y perfectamente posible, porque sólo dependen de la voluntad política».
El líder catalán censuró a Miquel Iceta, Salvador Illa, y Pedro Sánchez, quienes en su momento se oponían firmemente a la idea de una amnistía y un referéndum. Sin embargo, Aragons subrayó que estas posiciones se desvanecieron rápidamente, pasando de ser «inconstitucionales e imposibles» a ser plausibles.
«Cataluña», afirmó Aragons, «está harta de recibir golpes, pero no les tenemos miedo y defenderemos el país frente al odio y al desprecio». El presidente catalán también criticó a Isabel Díaz Ayuso, Emiliano García-Page y Santiago Abascal, a quienes acusó de pronunciar «disparates». Para Aragons, la amnistía es una victoria para una Cataluña libre y una refutación a una sentencia que considera injusta.
Aragons sostuvo que la amnistía marcará el fin de la persecución judicial y el exilio, y servirá para resolver el conflicto entre Cataluña y el Estado. Según él, la amnistía abrirá una nueva etapa para llegar a un referéndum sobre la independencia por vías posibles, aludiendo tácitamente al artículo 92 de la Constitución, que sólo habla de consultas autorizadas por el Gobierno entre «todos los ciudadanos».
Aragons también mencionó los obstáculos que, en su opinión, todavía enfrenta la lengua catalana y, por supuesto, pidió un sistema de financiación propio y singular para Cataluña. Este, explicó, permitiría a Cataluña gestionar, recaudar, distribuir y decidir sobre todos los impuestos de manera similar al País Vasco con su concierto y su cupo.
Para el líder catalán, el Estado español no respeta a la ciudadanía de Cataluña y es un Estado con cimientos «muy débiles». Aragons declaró que Cataluña «desea la plena libertad» y que tanto la amnistía, como la financiación singular y el referéndum «serán inevitables».
Desde la sede de la calle Ferraz de Madrid, el partido de Sánchez negó que vaya a ceder a la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, como finalmente hizo con la amnistía. La portavoz de la formación, Esther Peña, subrayó que los socialistas son claros en este asunto: «ni hay ni habrá referéndum».
Los senadores del PSOE prefirieron pasar por alto la intervención desafiante de Aragons y desviaron el foco hacia la crítica de sus respectivos presidentes autonómicos. El senador socialista Juan Lobato obvió el desafío de Aragons, y optó por centrarse en la competencia entre el PP y ERC en las elecciones catalanas.
Por otro lado, los populares han defendido su informe sobre la ley de Amnistía insistiendo en que esta iniciativa, como Pedro Sánchez admitió en noviembre de 2022, «no cabe en la Constitución». Sin embargo, afirman que el presidente cambió de opinión porque dirige un Gobierno «chantajeado».
El PP acusó al Gobierno y a los presidentes de las autonomías socialistas que no acudieron al Senado de haber «renunciado a defender la igualdad entre todos los españoles» y de «faltar al respeto a la Cámara».
En cambio, los partidos independentistas ERC y Junts defendieron la amnistía y aseguraron que se aprobará. La senadora de ERC, Sara Bailac, argumentó que la ley de amnistía pone fin a la «persecución por motivos políticos» y que la próxima etapa será el referéndum de autodeterminación. La senadora de Junts, Teresa Pallars, también afirmó que la ley de amnistía será aprobada «sí o sí».